FIN DE SEMANA MUY HUMANO II PARTE
"Nunca dejes de creer en el amor,
nunca dejes de luchar por alcanzarlo,
a veces el camino es tortuoso y largo,
la meta inalcanzable y lejana,
pero yo siempre estaré esperando,
porque siempre te amaré..."
bichito
...Decidí que tendríamos una cena romántica con velas en la terraza de la casa a la luz de la luna ya que la noche se prestaba a ello, a mi hermana Alice que no se le escapaba nada, había dejado un bonito vestido en su habitación para mi Bella, mi Diosa se fue a vestirse mientras yo preparaba la cena, transcurridos cuarenta largos e intensos minutos en los que ya estaba todo dispuesto y yo preparado apareció mi Ángel, estaba perfecta con su vestido largo azul con escote en "V" insinuando con el nacimiento de sus pechos provocando una rápida reacción de mi cuerpo, reacción que decidí controlar hasta que acabásemos la cena ya que tenía pensado hacerla mía en toda la extensión de la palabra...
Solo por esta noche olvidaría mis miedos, mis pensamientos torturadores y mi futuro incierto, solo por esta noche tendría a mi Bella temblando de placer entre mis brazos, sería el ladrón de su virginidad y de sus gemidos, sería su amante, su amigo, su vampiro...solo por esta noche...solo por esta noche...
Ella me miraba con una dulce sonrisa en su rostro mientras mis ojos recorrían cada parte de su cuerpo con auténtica adoración, mi niña era perfecta, cada movimiento, cada gesto, cada palabra e incluso sus silencios me enamoraban hasta el límite de hacer locuras como las que había hecho pero, por momentos como este, todo valía la pena, todo...
Me acerqué a ella despacio sin dejar de mirarla, estaba embelesado ante tanta belleza, ella solo sonreía mientras extendía sus manos hacia las mías para que la ayudase a bajar la escalera...
-Estas perfecta amor, eres una auténtica Diosa, me quiero dedicar a adorarte toda la noche como te mereces-, le susurré mientras la ayudaba a descender por las escaleras dándome cuenta de su sonrojo por mis palabras...mi adorable Bella...
Quería que fuese una noche mágica, había abierto una botella del mejor vino que encontré en la bodega de mi padre, a pesar de no probarlo siempre había en casa para ofrecer a las visitas "humanas", mi madre dejó preparada una deliciosa lasagña de verduras, bueno se veía deliciosa aunque claro a mí no me llamaba en absoluto la atención,ya había tomado las pastillas que me dejó Carlisle porque esta noche quería compartir la cena con mi princesa aunque eso resintiese mi olfato, ella lo merecía, y de postre tenía unas fresas cubiertas de chocolate guardadas en la nevera...
Cuando acerqué a mi Diosa a la mesa le retiré la silla para que se sentase como todo un caballero, le serví una copa de vino y sirviéndome yo otra propuse un brindis...
-Por la mujer mas hermosa, mas dulce y mas maravillosa del mundo, la responsable de cada latido de mi corazón, la protagonista de mis sueños, la razón de mi existencia, tú mi Bella-, le dije chocando su copa con la mía mientras nuestras miradas se clavaban intensamente...
Disfrutamos de una maravillosa cena a la luz de las velas mientras la luna era testigo de nuestro amor, una vez que terminamos le pedí a mi Bella que me concediese un baile, ella al principio se negó alegando que era una bailarina pésima, yo estaba dispuesto a demostrarle que eso no era cierto...
Tenía el equipo de música preparado con una canción que había compuesto yo mismo al piano a base de suaves y armónicos acordes que escondían un trozo de mi alma en cada nota creando en su conjunto una melodía cambiante reflejando mis sentimientos dulces y amargos, la felicidad de estar junto a la mujer de mi vida y la tristeza de saber que dentro de poco esto será solo un recuerdo que quedará grabado a fuego en mi mente durante el resto de la eternidad...
Mientras nos movíamos al ritmo de la suave melodía nuestros cuerpos estaban unidos encajando perfectamente, éramos solo uno, mi diosa tenía sus dedos entrelazados detrás de mi nuca mientras mis brazos agarraban su cintura con fuerza, su cabeza estaba apoyada sobre mi pecho mientras yo tenía la misma descansando sobre su pelo disfrutando así de su característico olor a flores que tanto me gustaba...
Una vez que la canción terminó nuestros cuerpos se separaron ligeramente mientras nuestras miradas se cruzaban y sin más, nuestros rostros se acercaron con suavidad uniendo nuestros labios en un intenso beso, mi lengua pidió permiso a su boca para entrar y jugar con la suya haciendo que el beso se volviese mas pasional y caliente...
Las manos de mi princesa comenzaron a enredarse en mi pelo mientras atraía con suavidad mi cara a la suya profundizando así cada vez mas el beso, de la misma manera mis manos se movían despacio por su espalda acariciando cada parte de piel expuesta con la yema de mis dedos provocando que su cuerpo se estremeciese ante mi contacto...
La temperatura de nuestros cuerpos iba en aumento al igual que nuestros jadeos y suspiros, estábamos a punto de cruzar nuestros límites y lo mejor es que ambos deseábamos hacerlo, mi princesa consiguió dejarme apoyado contra la pared mientras besaba mi cuello y desabrochaba mi camisa, la verdad es que verla en el papel de mujer dominante se me hacía excitante, me encantaba que ella tomase las riendas yo gustoso sería su corcel...
-Amor creo que lo mejor es que subamos a la habitación, así estaremos mas cómodos-le susurré entre jadeos ya que sus caricias cada vez me hacían más difícil el articular palabras...
Mi niña linda entrelazó su mano con la mía guiándome ella hacia mi cuarto, ahora nuestro cuarto, yo la miraba embelesado, no podía creer que por fin iba a poder tenerla entre mis brazos como tanto he anhelado, quería hacerla mía en todos los sentidos humanamente posibles, yo sabía que, al igual que para mí, para ella era su primera vez así que tenía que ser especial y digna de recordar por siempre...
Cuando llegamos al dormitorio mi princesa se quedó asombrada ya que, mientras ella había estado en la habitación de Alice vistiéndose, yo había adornado toda la estancia con velas aromáticas y pétalos de rosas rojas esparcidas sobre la blanca colcha...
-¿Te gusta amor mío?, quiero que todo sea especial esta noche, esta es nuestra noche y la recordaremos siempre-, le susurré al oído mientras la abrazaba por detrás, ella aún no era capaz de adivinar el significado que esas palabras tenían para mi...
Mi Bella se giró sobre su cuerpo y con un movimiento rápido unió su boca a la mía robándome casi el aliento, ella empujaba mi cuerpo despacio hacia la cama y yo me dejaba llevar hasta que caí de espaldas quedando mi linda princesa sobre mi pudiendo así apreciar cada curva de su cuerpo pegado al mío...
Ella intentaba quitarme la ropa mientras seguía besándome con ansias así que decidí ayudarla agarrándola por los brazos y girándola con cuidado para quedar yo encima de su cuerpo, yo le daría ahora placer a ella, la haría llegar al cielo y gritar mi nombre...
-Ahora soy yo el que quiere probarte a ti y llevarte hasta la locura-, le dije a mi niña recordando así las palabras que ella misma me había dicho a mi antes de darme el mayor placer que nunca había sentido...
Mi niña abrió mucho sus ojos cuando adivinó mis intenciones y empezó a bajarse los tirantes de su vestido ella misma con torpes y lentos movimientos debido a la excitación que le provocaba el momento...
-Deja que lo haga yo, tu solo disfruta y déjate llevar amor mío-, le dije mientras apartaba con suavidad sus manos de los tirantes del vestido para encargarme yo de bajárselos con calma acariciando cada espacio que quedaba libre entre la tela y mi mano...
Una vez que logré deslizar los tirantes por sus brazos notando como su piel se erizaba ante mi contacto fui deslizando el suave satén por su cintura, su pelvis, sus muslos, sus tobillos hasta sacarlo definitivamente por sus pies dejando los bonitos zapatos de tacón puestos ya que me parecía una imagen muy sexy y excitante verla desnuda pero con sus impresionantes tacones puestos...
Me aparté durante unos instantes de su cuerpo para mirarla, era extremadamente hermosa, esa imagen de mi Ángel con un sujetador azul turquesa de encaje que realzaba sus grandes senos y el tanga haciendo juego con lazos de seda a los lados, era algo que jamás borraría de mis pensamientos así la recordaría en mis noches de soledad cuando ella ya no estuviese a mi lado...
Mi Diosa intentó incorporarse mientras sonreía dándose cuenta de que la estaba mirando con deseo y adoración pero no la dejé, volví a subir hasta su cuello empujándola levemente contra el colchón mientras con mi lengua delineaba su mentón, su cuello y su clavícula...
Sus gemidos me indicaban que lo estaba disfrutando por lo que decidí seguir con mi ritual de quitarle la ropa lentamente excitando mis sentidos con solo verla, mi boca llegó hasta sus senos y, ayudado por mis manos, desabroché el sostén que tenía el cierre entre los dos pechos, liberándolos de su cárcel de encaje para llevarlos a la humedad de mi boca y mi lengua....
Mi Bella cada vez gemía mas alto, arqueaba su espalda de manera imposible para que yo le diese cada vez mas placer con mi boca, el olor de su excitación me guiaba como un vil esclavo hacia su centro, una vez que quedé extasiado de lamer, pellizcar y morder sus redondos y turgentes pechos seguí descendiendo despacio y de manera tortuosa hasta su pelvis para, al mismo tiempo que mi boca la besaba y mordía, mis manos soltaban los lazos de seda que sujetaban su tanga a ambos lados de su cadera para dejar ante mi vista su magnífico centro...
Era la primera vez en mi vida que veía a una mujer desnuda y la verdad es que la experiencia resultaba del todo fascinante, la anatomía femenina era preciosa y en concreto la de mi Bella rompía todos los cánones establecidos de belleza, solo con mirarla podía sentir que tocaba el cielo con las manos, su característico olor me indicaban que estaba muy excitada, acerqué levemente mis labios a su clítoris depositando un suave beso sobre él pudiendo apreciar la humedad de su vagina y la dureza de su botón del placer...
Entre jadeos mi reina me pidió que dejara de torturarla y la probase y yo, como un esclavo rendido ante su ama, obedecí sus órdenes enterrando mi lengua y mis dedos dentro de su cuerpo, con mis dedos separaba delicadamente sus labios vaginales permitiendo que mis ojos apreciasen su maravilloso y rosado interior bañado por sus blanquecinos jugos que cada vez eran mas y mas rebosantes...
Yo sabía que mi Ángel estaba cerca de sentir su orgasmo así que decidí acelerar el proceso, metí dos de mis largos dedos en su interior mientras movía en círculos mi lengua sobre su clítoris, en el momento de mayor placer mi niña levantó sus caderas gritando mi nombre, eso fue suficiente para que yo, aún con mi ropa puesta, tuviese un orgasmo corriéndome sin remedio como si fuese un adolescente con las hormonas revueltas, la situación me hizo reír y cuando Bella se dio cuenta de lo que me había pasado acabó riendo junto conmigo...
Decidí que sería un buen momento para darme una ducha y quitarme la ropa ya que, como le dije a mi Diosa, la noche solo estaba empezando, me encaminé al baño y una vez me desnudé, entré bajo el agua templada que caía de la ducha, mi cuerpo comenzó a relajarse mientras sentía como el agua mojaba cada rincón de mi caliente y excitado cuerpo que, solo con pensar lo que acababa de pasar en la habitación, volvía a reaccionar...
Estaba de espaldas a la puerta y con el agua cayendo por lo que no me di cuenta de que mi Bella entró al baño, me sobresalté cuando sentí dos cálidas, suaves y pequeñas manos que me abrazaban por detrás llegando hasta mi miembro que empezaba a despertar nuevamente, por instinto apoyé las palmas de mis manos en el frío azulejo de la ducha sin girar mi cuerpo cerrando los ojos y disfrutando de las caricias de Bella sobre mi pene...
Ella intensificaba cada vez mas sus movimientos mientras yo movía mis caderas siguiendo el ritmo que su mano marcaba, el agua de la ducha seguía cayendo sobre mi desnudo y excitado cuerpo provocando que me estremeciese ante su contacto que cada vez era mas fría, gemía muy alto, jadeaba sin control, estaba muy cerca del final y mi miembro cada vez se endurecía mas, mi niña linda lo notó porque me hizo girar sobre mi mismo y, de rodillas sobre el alfombrín de la ducha, se llevó mi miembro a su boca chupándolo y mordiéndolo como si de el saliese el mas suculento de los manjares y exploté, sentí como mi reina apretaba con fuerza el agarre de su boca alrededor de mi pene para hacer el momento mas placentero y después, con su lengua, fue limpiando todo lo que no había quedado dentro de su boca...
Pero yo quería mas, necesitaba mas, mi cuerpo seguía ardiendo y hambriento por ella así que, sin importarme que aún estaba mojado, salí con rapidez de la ducha, la cogí en brazos y la dejé caer sobre la cama de manera algo posesiva y dominante pero sin llegar a dañarla provocando que me sonriera con picardia demostrándome que lo estaba disfrutando tanto como yo....
Me coloqué con cuidado sobre ella, acerqué mis labios a los suyos, la besé con urgencia, la besé con el alma, la besé con el corazón y, uniendo mi frente a la suya , empecé a penetrarla, despacio, con cariño, con amor, con pasión, a cada gemido que me daba yo empujaba un poco más, con cada jadeo que recibía yo entraba un poco mas, al final mi niña me dio permiso moviendo su cadera y abriendo mas sus piernas y yo la penetré totalmente notando como mi miembro invadía su estrecha cavidad y arrastraba el símbolo de su virginidad haciéndolo desaparecer totalmente...
Ahora era mía, solo mía, yo era el primer hombre que la amaba, la tocaba y la deseaba de esa manera, egoístamente deseaba seguir siendo yo el único que fuese capaz de arrancarla esos gemidos y jadeos pero yo sabía que eso no podía ser, yo era consciente de que cuando la dejase aunque, al principio estuviese dolida, con el paso del tiempo acabaría olvidándome, la herida se cerraría y yo solo sería un recuerdo mas en su memoria que con el paso de los años acabaría borrándose casi por completo y ella conocería a un hombre que la haría feliz por el resto de sus días hasta la muerte...
Tras una intensa noche de amor nos quedamos dormidos con nuestros cuerpos entrelazados disfrutando del momento hasta que el sol de la mañana me dio de lleno en la cara provocando que despertase, entonces palpé el otro lado de la cama y me di cuenta de que estaba vacío, mi Bella no estaba a mi lado entonces me incorporé quedando sentado sobre el colchón agudizando el oído para ser capaz de ubicar en que lado de la casa podría estar, en momentos como este odiaba no tener poderes de vampiro así podría localizarla con rapidez solo por su olor o el sonido incluso de los latidos de su corazón...
Empecé a inquietarme porque no era capaz de oír nada excepto los latidos de mi corazón que cabalgaba cada vez mas deprisa alentado por mi miedo, sin pensarlo salté de la cama, me puse la camisa de la noche anterior que estaba tirada en el suelo y salí de la habitación a toda velocidad a buscarla...
Cuando iba a mitad de la escalera me detuve alertado por unos sonidos lejanos de metal chocando entre si por lo que, después de relacionar dichos sonidos en mi cabeza, me di cuenta de que mi tesoro estaba en la cocina, lo que estaba haciendo allí me disponía a averiguarlo en breves momentos por lo que me encaminé casi corriendo hasta donde ella se encontraba...
Cuando abrí la puerta la imagen de mi Ángel me dejó parado y embelesado mirándola, mi niña tenía su cabello alborotado y suelto sobre los hombros, llevaba puesta una camiseta mía que yo usaba a veces para dormir que le llegaba a la mitad del muslo y estaba descalza, cuando me escuchó que abría la puerta se giró regalándome la mas espectacular de las sonrisas seguida de un "buenos días" que me sonó a música celestial...
Acorté la distancia que separaba nuestros cuerpos y estrechándola contra mi le devolví el saludo mientras la abrazaba, mi princesa estaba preparando el desayuno, había puesto la mesa adornándola con dos bonitas margaritas que supuse había cogido del jardín, en el centro de la mesa colocó una jarra con zumo natural y dos copas, la cafetera humeante indicaba que el café estaba recién hecho y en el otro lado de la mesa había colocado el bol con fresas y chocolate que no probamos la noche anterior...
-Vaya banquete que has preparado, la verdad es que estoy hambriento-, le dije mientras la miraba a los ojos acariciando su rostro con la yema de mis dedos para después besarla con dulzura, que duro sería para mi separarme de este Ángel que con solo respirar me lo daba todo, espero que algún día sepa perdonar todo el daño que le voy a hacer, espero, aunque ni yo mismo se si seré capaz de perdonarme...
Nos sentamos a disfrutar del suculento y sabroso desayuno que mi niña me había preparado, sabía que me sentaría muy mal ya que no había tenido tiempo de tomarme mis milagrosas pastillas pero bueno el esfuerzo valía la pena todo con tal de ver feliz a mi reina...
Lo mejor del desayunó llegó cuando decidimos probar las fresas con chocolate, mi juguetona niña se empeñó en darme a probar la exquisita fruta bañada en chocolate directamente de su boca por lo que, cada vez que la fresa se acababa nuestros labios se fundían en un apasionado beso permitiéndonos disfrutar del sabor dulce del chocolate y la fresa en la boca de cada uno, el juego empezó a subir de tono hasta que ya no pude mas y, dejándome llevar por mis mas primitivos instintos la subí sobre la barra de la cocina, le arranqué la camiseta dándome cuenta de que no llevaba ropa interior lo que provocó que mi proceso de excitación se acelerase rápido y, haciendo yo lo mismo con mi ropa, la penetré sin pedir permiso, sin cuidado, solo quería que se sintiese dominada por mi cuerpo y saciada por mi miembro y lo conseguí...
Así transcurrió el día del domingo, paseamos, hablamos, nos amamos, hasta que nos dimos cuenta de que el tiempo se estaba terminando y nuestro fin de semana romántico estaba acabando, claro que nuestras connotaciones del fin eran completamente diferentes, para mi bella se acababa un fin de semana mágico que daría lugar a una nueva semana en la que seguiríamos disfrutando juntos pero para mí, era otra historia muy diferente...
Yo solo la miraba cuando ella no se daba cuenta, en que momento puede alguien ser tan cruel para dañar a un Ángel, en que momento decidí que prefería morir de pena antes que condenar el alma de mi tesoro, en que momento saqué fuerzas de flaqueza para pintarme una sonrisa para nada sentida en el rostro, ayudarla a recoger sus ropas y acompañarla a su casa como si de una simple despedida se tratase prometiéndonos amor eterno siempre, en que momento Edward Cullen se convirtió en un monstruo, en el momento en que hice llorar a la razón de mi existencia, en el momento en que la oí suplicar que no la abandonase, en el momento en que mi corazón dejó de latir para volver a ser inmortal llevándose con el mis alegrías, deseos y amor...
Así fue como después de pasar los mejores momentos de mi vida junto a la persona que mas quería en el mundo la acompañé a su casa dejándola en la puerta con su sonrisa tatuada en su rostro y un te amo que caía de sus labios para clavarse como una daga en mi alma...
Regresé a mi casa con lágrimas en los ojos, aún no había visto a Alice pero algo dentro de mi me decía que mi felicidad tenía los minutos contados, mi corazón estaba encogido y temblaba como si capas de hielo cubriesen mi cuerpo...
Al llegar a casa me di cuenta que mi familia ya había regresado porque tanto el coche de Carlisle como el de Emmet estaban dentro del garaje, aparqué mi volvo y caminé hacia el interior de la casa deseoso de saludar nuevamente a mi familia, me di cuenta de que estaban todos sentados en el sillón porque oía la voz de Carlisle de lejos hasta que llegué a la puerta, tomé el pomo entre mis manos girándolo y al abrirla lo que vi me dejó triste y desolado...
-Buenas tardes mi joven Edward que alegría me da verte de nuevo-, me saludó efusivamente Aro mientras se acercaba a mi para darme un abrazo, el abrazo de la muerte...
Hola gente guapa aquí estoy yo con la continuación de la historia como verán la cosa se vuelve algo dramática pero poco, ustedes ya saben que no me gusta escribir cosas tristes, me gusta que reine la paz y la armonía, eso hace que fluyan los buenos sentimientos y el mejor sexo...jejejejeje
Espero que les haya gustado la continuación del lemonn que dejé a medias la semana pasada en esta misma historia, la verdad es que esta semana me siento mas pervertida que nunca y eso se va a notar en mis historias, las que ya se han leído el capítulo nuevo de Cine Sala 7 que subí ayer lunes lo habrán comprobado, puro sexo....
Y mañana ya es miércoles eso que significa???...siiiiiiiii actualizo Deseos ya saben que los tengo de viaje idílico por tierras lanzaroteñas así que mañana seguiremos con la ruta turística para que ustedes conozcan un poco mas algo de las maravillosas Islas Canarias...
Si creen que lo merezco dejénme algún comentario y sino lo merezco pues me lo dejan también diciéndome que no lo merezco...
Besotes (petonets) desde Canarias. Vuestra amiga Susana.