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Me llamo Edward Cullen, tengo 17 años y soy un vampiro...nunca he tenido la necesidad de volver a ser humano, nunca hasta ahora..



Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia,

vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida,

dejar de lado todo lo que no fuera vida para no

descubrir en el momento de mi muerte q no había vivido”

(Club de los poetas muertos)





domingo, 18 de abril de 2010

FIN DE SEMANA MUY HUMANO PARTE 2

FIN DE SEMANA MUY HUMANO II PARTE

"Nunca dejes de creer en el amor,

nunca dejes de luchar por alcanzarlo,

a veces el camino es tortuoso y largo,

la meta inalcanzable y lejana,

pero yo siempre estaré esperando,

porque siempre te amaré..."

bichito

...Decidí que tendríamos una cena romántica con velas en la terraza de la casa a la luz de la luna ya que la noche se prestaba a ello, a mi hermana Alice que no se le escapaba nada, había dejado un bonito vestido en su habitación para mi Bella, mi Diosa se fue a vestirse mientras yo preparaba la cena, transcurridos cuarenta largos e intensos minutos en los que ya estaba todo dispuesto y yo preparado apareció mi Ángel, estaba perfecta con su vestido largo azul con escote en "V" insinuando con el nacimiento de sus pechos provocando una rápida reacción de mi cuerpo, reacción que decidí controlar hasta que acabásemos la cena ya que tenía pensado hacerla mía en toda la extensión de la palabra...

Solo por esta noche olvidaría mis miedos, mis pensamientos torturadores y mi futuro incierto, solo por esta noche tendría a mi Bella temblando de placer entre mis brazos, sería el ladrón de su virginidad y de sus gemidos, sería su amante, su amigo, su vampiro...solo por esta noche...solo por esta noche...

Ella me miraba con una dulce sonrisa en su rostro mientras mis ojos recorrían cada parte de su cuerpo con auténtica adoración, mi niña era perfecta, cada movimiento, cada gesto, cada palabra e incluso sus silencios me enamoraban hasta el límite de hacer locuras como las que había hecho pero, por momentos como este, todo valía la pena, todo...

Me acerqué a ella despacio sin dejar de mirarla, estaba embelesado ante tanta belleza, ella solo sonreía mientras extendía sus manos hacia las mías para que la ayudase a bajar la escalera...

-Estas perfecta amor, eres una auténtica Diosa, me quiero dedicar a adorarte toda la noche como te mereces-, le susurré mientras la ayudaba a descender por las escaleras dándome cuenta de su sonrojo por mis palabras...mi adorable Bella...

Quería que fuese una noche mágica, había abierto una botella del mejor vino que encontré en la bodega de mi padre, a pesar de no probarlo siempre había en casa para ofrecer a las visitas "humanas", mi madre dejó preparada una deliciosa lasagña de verduras, bueno se veía deliciosa aunque claro a mí no me llamaba en absoluto la atención,ya había tomado las pastillas que me dejó Carlisle porque esta noche quería compartir la cena con mi princesa aunque eso resintiese mi olfato, ella lo merecía, y de postre tenía unas fresas cubiertas de chocolate guardadas en la nevera...

Cuando acerqué a mi Diosa a la mesa le retiré la silla para que se sentase como todo un caballero, le serví una copa de vino y sirviéndome yo otra propuse un brindis...

-Por la mujer mas hermosa, mas dulce y mas maravillosa del mundo, la responsable de cada latido de mi corazón, la protagonista de mis sueños, la razón de mi existencia, tú mi Bella-, le dije chocando su copa con la mía mientras nuestras miradas se clavaban intensamente...

Disfrutamos de una maravillosa cena a la luz de las velas mientras la luna era testigo de nuestro amor, una vez que terminamos le pedí a mi Bella que me concediese un baile, ella al principio se negó alegando que era una bailarina pésima, yo estaba dispuesto a demostrarle que eso no era cierto...

Tenía el equipo de música preparado con una canción que había compuesto yo mismo al piano a base de suaves y armónicos acordes que escondían un trozo de mi alma en cada nota creando en su conjunto una melodía cambiante reflejando mis sentimientos dulces y amargos, la felicidad de estar junto a la mujer de mi vida y la tristeza de saber que dentro de poco esto será solo un recuerdo que quedará grabado a fuego en mi mente durante el resto de la eternidad...

Mientras nos movíamos al ritmo de la suave melodía nuestros cuerpos estaban unidos encajando perfectamente, éramos solo uno, mi diosa tenía sus dedos entrelazados detrás de mi nuca mientras mis brazos agarraban su cintura con fuerza, su cabeza estaba apoyada sobre mi pecho mientras yo tenía la misma descansando sobre su pelo disfrutando así de su característico olor a flores que tanto me gustaba...

Una vez que la canción terminó nuestros cuerpos se separaron ligeramente mientras nuestras miradas se cruzaban y sin más, nuestros rostros se acercaron con suavidad uniendo nuestros labios en un intenso beso, mi lengua pidió permiso a su boca para entrar y jugar con la suya haciendo que el beso se volviese mas pasional y caliente...

Las manos de mi princesa comenzaron a enredarse en mi pelo mientras atraía con suavidad mi cara a la suya profundizando así cada vez mas el beso, de la misma manera mis manos se movían despacio por su espalda acariciando cada parte de piel expuesta con la yema de mis dedos provocando que su cuerpo se estremeciese ante mi contacto...

La temperatura de nuestros cuerpos iba en aumento al igual que nuestros jadeos y suspiros, estábamos a punto de cruzar nuestros límites y lo mejor es que ambos deseábamos hacerlo, mi princesa consiguió dejarme apoyado contra la pared mientras besaba mi cuello y desabrochaba mi camisa, la verdad es que verla en el papel de mujer dominante se me hacía excitante, me encantaba que ella tomase las riendas yo gustoso sería su corcel...

-Amor creo que lo mejor es que subamos a la habitación, así estaremos mas cómodos-le susurré entre jadeos ya que sus caricias cada vez me hacían más difícil el articular palabras...

Mi niña linda entrelazó su mano con la mía guiándome ella hacia mi cuarto, ahora nuestro cuarto, yo la miraba embelesado, no podía creer que por fin iba a poder tenerla entre mis brazos como tanto he anhelado, quería hacerla mía en todos los sentidos humanamente posibles, yo sabía que, al igual que para mí, para ella era su primera vez así que tenía que ser especial y digna de recordar por siempre...

Cuando llegamos al dormitorio mi princesa se quedó asombrada ya que, mientras ella había estado en la habitación de Alice vistiéndose, yo había adornado toda la estancia con velas aromáticas y pétalos de rosas rojas esparcidas sobre la blanca colcha...

-¿Te gusta amor mío?, quiero que todo sea especial esta noche, esta es nuestra noche y la recordaremos siempre-, le susurré al oído mientras la abrazaba por detrás, ella aún no era capaz de adivinar el significado que esas palabras tenían para mi...

Mi Bella se giró sobre su cuerpo y con un movimiento rápido unió su boca a la mía robándome casi el aliento, ella empujaba mi cuerpo despacio hacia la cama y yo me dejaba llevar hasta que caí de espaldas quedando mi linda princesa sobre mi pudiendo así apreciar cada curva de su cuerpo pegado al mío...

Ella intentaba quitarme la ropa mientras seguía besándome con ansias así que decidí ayudarla agarrándola por los brazos y girándola con cuidado para quedar yo encima de su cuerpo, yo le daría ahora placer a ella, la haría llegar al cielo y gritar mi nombre...

-Ahora soy yo el que quiere probarte a ti y llevarte hasta la locura-, le dije a mi niña recordando así las palabras que ella misma me había dicho a mi antes de darme el mayor placer que nunca había sentido...

Mi niña abrió mucho sus ojos cuando adivinó mis intenciones y empezó a bajarse los tirantes de su vestido ella misma con torpes y lentos movimientos debido a la excitación que le provocaba el momento...

-Deja que lo haga yo, tu solo disfruta y déjate llevar amor mío-, le dije mientras apartaba con suavidad sus manos de los tirantes del vestido para encargarme yo de bajárselos con calma acariciando cada espacio que quedaba libre entre la tela y mi mano...

Una vez que logré deslizar los tirantes por sus brazos notando como su piel se erizaba ante mi contacto fui deslizando el suave satén por su cintura, su pelvis, sus muslos, sus tobillos hasta sacarlo definitivamente por sus pies dejando los bonitos zapatos de tacón puestos ya que me parecía una imagen muy sexy y excitante verla desnuda pero con sus impresionantes tacones puestos...

Me aparté durante unos instantes de su cuerpo para mirarla, era extremadamente hermosa, esa imagen de mi Ángel con un sujetador azul turquesa de encaje que realzaba sus grandes senos y el tanga haciendo juego con lazos de seda a los lados, era algo que jamás borraría de mis pensamientos así la recordaría en mis noches de soledad cuando ella ya no estuviese a mi lado...

Mi Diosa intentó incorporarse mientras sonreía dándose cuenta de que la estaba mirando con deseo y adoración pero no la dejé, volví a subir hasta su cuello empujándola levemente contra el colchón mientras con mi lengua delineaba su mentón, su cuello y su clavícula...

Sus gemidos me indicaban que lo estaba disfrutando por lo que decidí seguir con mi ritual de quitarle la ropa lentamente excitando mis sentidos con solo verla, mi boca llegó hasta sus senos y, ayudado por mis manos, desabroché el sostén que tenía el cierre entre los dos pechos, liberándolos de su cárcel de encaje para llevarlos a la humedad de mi boca y mi lengua....

Mi Bella cada vez gemía mas alto, arqueaba su espalda de manera imposible para que yo le diese cada vez mas placer con mi boca, el olor de su excitación me guiaba como un vil esclavo hacia su centro, una vez que quedé extasiado de lamer, pellizcar y morder sus redondos y turgentes pechos seguí descendiendo despacio y de manera tortuosa hasta su pelvis para, al mismo tiempo que mi boca la besaba y mordía, mis manos soltaban los lazos de seda que sujetaban su tanga a ambos lados de su cadera para dejar ante mi vista su magnífico centro...

Era la primera vez en mi vida que veía a una mujer desnuda y la verdad es que la experiencia resultaba del todo fascinante, la anatomía femenina era preciosa y en concreto la de mi Bella rompía todos los cánones establecidos de belleza, solo con mirarla podía sentir que tocaba el cielo con las manos, su característico olor me indicaban que estaba muy excitada, acerqué levemente mis labios a su clítoris depositando un suave beso sobre él pudiendo apreciar la humedad de su vagina y la dureza de su botón del placer...

Entre jadeos mi reina me pidió que dejara de torturarla y la probase y yo, como un esclavo rendido ante su ama, obedecí sus órdenes enterrando mi lengua y mis dedos dentro de su cuerpo, con mis dedos separaba delicadamente sus labios vaginales permitiendo que mis ojos apreciasen su maravilloso y rosado interior bañado por sus blanquecinos jugos que cada vez eran mas y mas rebosantes...

Yo sabía que mi Ángel estaba cerca de sentir su orgasmo así que decidí acelerar el proceso, metí dos de mis largos dedos en su interior mientras movía en círculos mi lengua sobre su clítoris, en el momento de mayor placer mi niña levantó sus caderas gritando mi nombre, eso fue suficiente para que yo, aún con mi ropa puesta, tuviese un orgasmo corriéndome sin remedio como si fuese un adolescente con las hormonas revueltas, la situación me hizo reír y cuando Bella se dio cuenta de lo que me había pasado acabó riendo junto conmigo...

Decidí que sería un buen momento para darme una ducha y quitarme la ropa ya que, como le dije a mi Diosa, la noche solo estaba empezando, me encaminé al baño y una vez me desnudé, entré bajo el agua templada que caía de la ducha, mi cuerpo comenzó a relajarse mientras sentía como el agua mojaba cada rincón de mi caliente y excitado cuerpo que, solo con pensar lo que acababa de pasar en la habitación, volvía a reaccionar...

Estaba de espaldas a la puerta y con el agua cayendo por lo que no me di cuenta de que mi Bella entró al baño, me sobresalté cuando sentí dos cálidas, suaves y pequeñas manos que me abrazaban por detrás llegando hasta mi miembro que empezaba a despertar nuevamente, por instinto apoyé las palmas de mis manos en el frío azulejo de la ducha sin girar mi cuerpo cerrando los ojos y disfrutando de las caricias de Bella sobre mi pene...

Ella intensificaba cada vez mas sus movimientos mientras yo movía mis caderas siguiendo el ritmo que su mano marcaba, el agua de la ducha seguía cayendo sobre mi desnudo y excitado cuerpo provocando que me estremeciese ante su contacto que cada vez era mas fría, gemía muy alto, jadeaba sin control, estaba muy cerca del final y mi miembro cada vez se endurecía mas, mi niña linda lo notó porque me hizo girar sobre mi mismo y, de rodillas sobre el alfombrín de la ducha, se llevó mi miembro a su boca chupándolo y mordiéndolo como si de el saliese el mas suculento de los manjares y exploté, sentí como mi reina apretaba con fuerza el agarre de su boca alrededor de mi pene para hacer el momento mas placentero y después, con su lengua, fue limpiando todo lo que no había quedado dentro de su boca...

Pero yo quería mas, necesitaba mas, mi cuerpo seguía ardiendo y hambriento por ella así que, sin importarme que aún estaba mojado, salí con rapidez de la ducha, la cogí en brazos y la dejé caer sobre la cama de manera algo posesiva y dominante pero sin llegar a dañarla provocando que me sonriera con picardia demostrándome que lo estaba disfrutando tanto como yo....

Me coloqué con cuidado sobre ella, acerqué mis labios a los suyos, la besé con urgencia, la besé con el alma, la besé con el corazón y, uniendo mi frente a la suya , empecé a penetrarla, despacio, con cariño, con amor, con pasión, a cada gemido que me daba yo empujaba un poco más, con cada jadeo que recibía yo entraba un poco mas, al final mi niña me dio permiso moviendo su cadera y abriendo mas sus piernas y yo la penetré totalmente notando como mi miembro invadía su estrecha cavidad y arrastraba el símbolo de su virginidad haciéndolo desaparecer totalmente...

Ahora era mía, solo mía, yo era el primer hombre que la amaba, la tocaba y la deseaba de esa manera, egoístamente deseaba seguir siendo yo el único que fuese capaz de arrancarla esos gemidos y jadeos pero yo sabía que eso no podía ser, yo era consciente de que cuando la dejase aunque, al principio estuviese dolida, con el paso del tiempo acabaría olvidándome, la herida se cerraría y yo solo sería un recuerdo mas en su memoria que con el paso de los años acabaría borrándose casi por completo y ella conocería a un hombre que la haría feliz por el resto de sus días hasta la muerte...

Tras una intensa noche de amor nos quedamos dormidos con nuestros cuerpos entrelazados disfrutando del momento hasta que el sol de la mañana me dio de lleno en la cara provocando que despertase, entonces palpé el otro lado de la cama y me di cuenta de que estaba vacío, mi Bella no estaba a mi lado entonces me incorporé quedando sentado sobre el colchón agudizando el oído para ser capaz de ubicar en que lado de la casa podría estar, en momentos como este odiaba no tener poderes de vampiro así podría localizarla con rapidez solo por su olor o el sonido incluso de los latidos de su corazón...

Empecé a inquietarme porque no era capaz de oír nada excepto los latidos de mi corazón que cabalgaba cada vez mas deprisa alentado por mi miedo, sin pensarlo salté de la cama, me puse la camisa de la noche anterior que estaba tirada en el suelo y salí de la habitación a toda velocidad a buscarla...

Cuando iba a mitad de la escalera me detuve alertado por unos sonidos lejanos de metal chocando entre si por lo que, después de relacionar dichos sonidos en mi cabeza, me di cuenta de que mi tesoro estaba en la cocina, lo que estaba haciendo allí me disponía a averiguarlo en breves momentos por lo que me encaminé casi corriendo hasta donde ella se encontraba...

Cuando abrí la puerta la imagen de mi Ángel me dejó parado y embelesado mirándola, mi niña tenía su cabello alborotado y suelto sobre los hombros, llevaba puesta una camiseta mía que yo usaba a veces para dormir que le llegaba a la mitad del muslo y estaba descalza, cuando me escuchó que abría la puerta se giró regalándome la mas espectacular de las sonrisas seguida de un "buenos días" que me sonó a música celestial...

Acorté la distancia que separaba nuestros cuerpos y estrechándola contra mi le devolví el saludo mientras la abrazaba, mi princesa estaba preparando el desayuno, había puesto la mesa adornándola con dos bonitas margaritas que supuse había cogido del jardín, en el centro de la mesa colocó una jarra con zumo natural y dos copas, la cafetera humeante indicaba que el café estaba recién hecho y en el otro lado de la mesa había colocado el bol con fresas y chocolate que no probamos la noche anterior...

-Vaya banquete que has preparado, la verdad es que estoy hambriento-, le dije mientras la miraba a los ojos acariciando su rostro con la yema de mis dedos para después besarla con dulzura, que duro sería para mi separarme de este Ángel que con solo respirar me lo daba todo, espero que algún día sepa perdonar todo el daño que le voy a hacer, espero, aunque ni yo mismo se si seré capaz de perdonarme...

Nos sentamos a disfrutar del suculento y sabroso desayuno que mi niña me había preparado, sabía que me sentaría muy mal ya que no había tenido tiempo de tomarme mis milagrosas pastillas pero bueno el esfuerzo valía la pena todo con tal de ver feliz a mi reina...

Lo mejor del desayunó llegó cuando decidimos probar las fresas con chocolate, mi juguetona niña se empeñó en darme a probar la exquisita fruta bañada en chocolate directamente de su boca por lo que, cada vez que la fresa se acababa nuestros labios se fundían en un apasionado beso permitiéndonos disfrutar del sabor dulce del chocolate y la fresa en la boca de cada uno, el juego empezó a subir de tono hasta que ya no pude mas y, dejándome llevar por mis mas primitivos instintos la subí sobre la barra de la cocina, le arranqué la camiseta dándome cuenta de que no llevaba ropa interior lo que provocó que mi proceso de excitación se acelerase rápido y, haciendo yo lo mismo con mi ropa, la penetré sin pedir permiso, sin cuidado, solo quería que se sintiese dominada por mi cuerpo y saciada por mi miembro y lo conseguí...

Así transcurrió el día del domingo, paseamos, hablamos, nos amamos, hasta que nos dimos cuenta de que el tiempo se estaba terminando y nuestro fin de semana romántico estaba acabando, claro que nuestras connotaciones del fin eran completamente diferentes, para mi bella se acababa un fin de semana mágico que daría lugar a una nueva semana en la que seguiríamos disfrutando juntos pero para mí, era otra historia muy diferente...

Yo solo la miraba cuando ella no se daba cuenta, en que momento puede alguien ser tan cruel para dañar a un Ángel, en que momento decidí que prefería morir de pena antes que condenar el alma de mi tesoro, en que momento saqué fuerzas de flaqueza para pintarme una sonrisa para nada sentida en el rostro, ayudarla a recoger sus ropas y acompañarla a su casa como si de una simple despedida se tratase prometiéndonos amor eterno siempre, en que momento Edward Cullen se convirtió en un monstruo, en el momento en que hice llorar a la razón de mi existencia, en el momento en que la oí suplicar que no la abandonase, en el momento en que mi corazón dejó de latir para volver a ser inmortal llevándose con el mis alegrías, deseos y amor...

Así fue como después de pasar los mejores momentos de mi vida junto a la persona que mas quería en el mundo la acompañé a su casa dejándola en la puerta con su sonrisa tatuada en su rostro y un te amo que caía de sus labios para clavarse como una daga en mi alma...

Regresé a mi casa con lágrimas en los ojos, aún no había visto a Alice pero algo dentro de mi me decía que mi felicidad tenía los minutos contados, mi corazón estaba encogido y temblaba como si capas de hielo cubriesen mi cuerpo...

Al llegar a casa me di cuenta que mi familia ya había regresado porque tanto el coche de Carlisle como el de Emmet estaban dentro del garaje, aparqué mi volvo y caminé hacia el interior de la casa deseoso de saludar nuevamente a mi familia, me di cuenta de que estaban todos sentados en el sillón porque oía la voz de Carlisle de lejos hasta que llegué a la puerta, tomé el pomo entre mis manos girándolo y al abrirla lo que vi me dejó triste y desolado...

-Buenas tardes mi joven Edward que alegría me da verte de nuevo-, me saludó efusivamente Aro mientras se acercaba a mi para darme un abrazo, el abrazo de la muerte...

Hola gente guapa aquí estoy yo con la continuación de la historia como verán la cosa se vuelve algo dramática pero poco, ustedes ya saben que no me gusta escribir cosas tristes, me gusta que reine la paz y la armonía, eso hace que fluyan los buenos sentimientos y el mejor sexo...jejejejeje

Espero que les haya gustado la continuación del lemonn que dejé a medias la semana pasada en esta misma historia, la verdad es que esta semana me siento mas pervertida que nunca y eso se va a notar en mis historias, las que ya se han leído el capítulo nuevo de Cine Sala 7 que subí ayer lunes lo habrán comprobado, puro sexo....

Y mañana ya es miércoles eso que significa???...siiiiiiiii actualizo Deseos ya saben que los tengo de viaje idílico por tierras lanzaroteñas así que mañana seguiremos con la ruta turística para que ustedes conozcan un poco mas algo de las maravillosas Islas Canarias...

Si creen que lo merezco dejénme algún comentario y sino lo merezco pues me lo dejan también diciéndome que no lo merezco...

Besotes (petonets) desde Canarias. Vuestra amiga Susana.

FIN DE SEMANA MUY HUMANO

FIN DE SEMANA MUY HUMANO

"Bella vi en tus ojos que de verdad creías que no te quería,

la idea mas absurda, mas ridícula...

como si hubiera alguna manera que yo pudiera existir sin necesitarte,

es solo que no perteneces a mi mundo Bella..."

Edward Cullen

...Lo se Emmet, lo se, es una decisión muy difícil, solo espero no equivocarme y hacer algo de lo que luego tenga que arrepentirme aunque, ya me estoy arrepintiendo créeme hermano, ya me estoy arrepintiendo...

Con ese pensamiento tan negativo llegué nuevamente a mi casa, mi familia ya estaba haciendo distintos tipo de actividades, ya no había lugar para seguir hablando del mismo tema, cuando Alice viese a Aro venir ya me pondría sobre aviso, ahora solo quería aprovechar el tiempo, que por desgraciada se acaba, con mi Bella...

-Alice ya hablé con Bella sobre la pijamada del fin de semana y está encantada con la idea solo que tiene miedo que Charlie se niegue-,le hablé a mi hermana mientras me sentaba junto a ella en el sillón sujetando el puente de mi nariz con las manos, gesto que solía usar cuando estaba preocupado y ahora lo estaba...

-Tranquilo Edward, ya sabes que el padre de Bella me adora así que no será difícil convencerlo, ahora el que me preocupa eres tú, te estás torturando y no veo la manera de ayudarte-, me respondió mi hermana mientras pasaba un brazo por mis hombros intentando reconfortarme y alejarme el dolor que fuerte estaba oprimiendo mi pecho haciendo que mi respiración fuese cada vez mas pesada...

-No te preocupes hermana, ya sabíamos que esto iba a pasar antes o después, a fin de cuentas es algo que yo elegí y desde el principio soy consciente de las consecuencias así que, ahora no tiene lugar que me torture, solo debo disfrutar del tiempo que me queda como humano junto a mi adorada humana-, le dije a Alice mientras me dejaba envolver por sus brazos, me hacía falta este tipo de consuelo, mucha falta...

-Y después ¿qué?,-, preguntó Jasper que se acercaba a nosotros sentándose al lado de Alice confortándola con su capacidad de calmar las emociones ya que en mi, como ahora soy humano, no surtía efecto...

-Después....no hay después para Bella y para mi Jasper, ella seguirá siendo humana y yo me encerraré otra vez en mi oscuro mundo hasta que debamos irnos de Forks para que la gente no sospeche y empecemos en otro sitio...

-Pero tú hermano, ¿volverás a empezar?-, preguntó Emmet que llegaba al salón con Rosalie de la mano sentándose en frente a nosotros uniéndose así a la conversación...

-Yo ya no tendré nada que empezar Emmet, mi comienzo y mi final se quedarán en ella y en lo que siento, por siempre, solo me limitaré a estar en este mundo hasta que mi Bella deje de existir, en ese momento me uniré a ella donde quiera que se encuentre y ahí es cuando podré volver a ser feliz y empezaré de nuevo...

-Por Dios Edward, como se puede ser tan testarudo, no entiendo porqué te niegas a transformarla, si tan enamorado estás de ella no entiendo porqué la dejas marchar, yo no podría hacer lo mismo, no tendría fuerzas para separarme de la principal razón de mi existencia, simplemente no podría-, alegó a gritos Rosalie visiblemente enojada mientras clavaba sus dorados ojos en mi cara como si quisiese atravesarla y fulminarme...

-Rosalie siento que mi decisión te haga enfadar, sí tal vez tienes razón y soy un testarudo pero, por mucho que te lo hiciese entender explicándotelo, nunca llegarías a comprenderlo, lo que yo siento por Bella es tan fuerte que va mas allá de lo propiamente lógico y racional, la idea de verla pálida, inmóvil, no volver a ver jamás esa chispa de intuición en los ojos cuando sospecha algunas de mis intenciones, sería insoportable, totalmente insoportable-, respondí mirando fijamente a Rosalie tratando que entendiese mi punto de vista...

-Eres un estúpido Edward Cullen, espero que tus acciones no traigan consecuencias irreparables-, añadió muy enfadada Rosalie mientras salía de la sala visiblemente afectada...

-Disculpa hermano, la verdad es que, como ya te he dicho antes, no entiendo tu punto de vista pero lo respeto así que, no tengas en cuenta los arrebatos de Rosalie, ya sabes que ella es algo "llamativa" con sus acciones-, me dijo Emmet mientras se levantaba y, después de golpear suavemente mi hombro, salía rumbo a por su esposa...

-Edward ya sabes que cuentas también con nuestro apoyo aunque, como Rosalie y Emmet, tampoco entendemos tu punto de vista pero lo respetamos-, añadieron Jasper y Alice mientras se levantaban marchándose dejándome solo con mi dolor y mis opacos pensamientos...

Ahí me quedé, hundido en el sillón con los ojos cerrados, intentaba discernir si realmente estaba haciendo algo mal, quizás me estaba equivocando y debería decirle la verdad a Bella dándole así la oportunidad de elegir, no, no, no, saber la verdad solo la condenaría, ella debe quedar en la ignorancia aunque con ello rompa su corazón en mil pedazos, prefiero romper su corazón ahora, que matarlo para siempre, sumido en estos pensamientos estaba cuando me di cuenta que se acercaban Esme y Carlisle sentándose cada uno a mi lado...

-Hijo te vemos tan preocupado que nos gustaría ayudarte de alguna manera pero no sabemos cómo, dinos que podemos hacer para aliviar tu dolor-, me dijo Carlisle mirándome a los ojos mientras sentía como mi madre tomaba muy fuerte mi mano, ya me había acostumbrado a su tacto frío y la verdad es que me reconfortaba mucho el sentirla...

-Papá me siento como un horrible monstruo, siento que estoy traicionando a mi Bella, me he acercado a ella, la he enamorado y ahora, la voy a destrozar el corazón y el alma, soy de la peor calaña, tengo la sensación que lo único que he hecho ha sido equivocarme una y otra vez-, le dije con lágrimas en los ojos mientras me dejaba acunar por los brazos de mi madre como si fuese un niño pequeño que necesitase mimos...

-No digas eso hijo mío, eres es el ser mas noble, sincero y cariñoso con el que no me he topado nunca, todo lo que has hecho, lo que haces y lo que harás, ha sido, es y será por amor, así que no puedes pensar que eres un monstruo ni que eres egoísta, sabes que hay un dicho que dice "quien bien te quiere te hará llorar", no debes seguir torturándote, nosotros no elegimos nuestro destino él nos elige-, dijo mi madre mientras me seguía abrazando mientras besaba mi pelo y secaba mis lágrimas...

-Hijo, tu madre y yo hemos decidido que este fin de semana nos iremos fuera de casa, quizás vayamos a visitar a Eleazar ya sabes que siempre está diciéndonos que haber cuando vamos por allí, así que estarás solo con Bella, les daremos intimidad-, me dijo mi padre mientras tomaba mis manos entre las suyas mirándome a los ojos...

-Además yo prepararé comida ya que, aunque tu no la pruebes, Bella si lo hará, debes pensar como un humano y cubrir sus necesidades, incluso creo que tendrás que fingir que comes aunque ya sabes que te dejaremos sangre guardada en la nevera de la bodega para que puedas alimentarte-, añadió mi madre mientras acariciaba mi cabeza y terminaba de secarme las pocas lágrimas que aún resbalaban por mi rostro...

-Gracias, os quiero mucho, no se que haría sin vuestro apoyo, significa mucho para mí saber que mi familia me apoya aunque, al igual que mis hermanos, no entendáis mi postura, pero que la respetéis para mi es muy importante-, les respondí mientras les daba un beso a cada uno en la mejilla dirigiéndome a mi habitación ya que, después de tantas emociones me sentía muy cansado, solo quería tumbarme en mi cama, cerrar mis ojos y pensar en el maravilloso fin de semana que pasaría junto a mi Diosa, eso era lo que de verdad debía ocupar ahora mis pensamientos, hacer feliz a mi niña preciosa durante el tiempo que como humano me quedase a su lado y eso haría, además tenía en mente que este fin de semana quería hacerla mía de todas las maneras imaginables posibles, sería nuestra primera vez, sería juntos, sería por amor, ese recuerdo de mi niña temblando producto de la excitación entre mis brazos me lo dejaría grabado a fuego en mi muerto corazón durante toda la eternidad...

Caí en la cama totalmente rendido después de darme una ducha para relajar mi cuerpo, ponerme el pijama y leer un rato el libro que con tanto anhelo había devorado mi Bella y que casualmente había dejado mi hermana Alice cerca de mi cama, "Crepúsculo", una historia de amor mas allá de la muerte, una historia de amor como la mía...

Llegó el lunes por la mañana y decidí aparcar las preocupaciones a un lado después de asegurarme que Alice no había vuelto a tener ninguna visión de Aro acercándose, a pesar de que ella misma me había asegurado que de momento podría disfrutar de mi amada durante la semana e incluso el fin de semana, no me sentía del todo seguro...

Una vez que me hube vestido y abrigado porque la verdad esto de sentir frío era una de las pocas cosas que no me gustaba de ser humano, bajé a la cocina para compartir nuestro "original" desayuno con el resto de mi familia, me extrañó que Emmet y Rosalie no estuviesen, Alice me dijo que no le diese importancia que ya se le pasaría a mi hermana el enfado mientras su marido se dedicaba a consolarla y apaciguarla...

Una vez que terminé de desayunar y después de hablar un rato con la familia, decidí que era hora de ir en busca de mi reina para llevarla al instituto, cogí las llaves del coche pero, antes de salir, sentí que Alice llegaba corriendo hasta mi...

-Hermanito siento decirte que hoy vas a tener compañía rumbo a casa de Bella y al instituto, voy a ir contigo-, dijo alegremente mi hermana mientras se subía de un salto al lugar del copiloto...

-Espera, espera Alice, ¿no puedes elegir otro momento para acompañarme, tiene que ser justo cuando voy a buscar a mi Bella?-, le pregunté algo enojado porque no entendía la falta de privacidad que me estaba dando mi hermana...

-Ay Edward esto de ser humano te ha vuelto el cerebro mas lento y con una capacidad de reacción nula, ¿acaso no recuerdas que tengo que hablar con Charlie?-, respondió mi hermana como si fuese lo mas evidente del mundo mientras se miraba en el espejo del coche colocando su indomable cabello...

-Muy graciosa hermanita pero te aclaro que cuando yo voy a buscar a Bella su padre ya no está y además, ¿no hay otro momento en el día para hacerlo?-, pregunté enfadado sin querer arrancar aún el coche...

-Edward deja de comportarte como un crío y arranca o llegaremos tarde además, te recuerdo que puedo ver el futuro es decir, se perfectamente que Charlie está ahora en casa y también se que este es el momento idóneo para hacerlo así que déjate de quejas y vamos-, me respondió Alice sin ni siquiera mirarme como si lo que hubiese a nuestro alrededor fuese realmente importante...

Sin mas y dándome cuenta de que no tenía lugar el que siguiese discutiendo con mi hermana arranqué el coche y me dirigí a casa de mi Diosa, mientras íbamos de camino Alice me hablaba sobre lo que le diría al padre de Bella para convencerle de que le diese permiso de venir a casa el fin de semana, cuando le pregunté a mi hermana si estaba segura de que todo saldría bien, solo se limitó a mirarme mientras sonreía abriendo y cerrando los ojos repetidas veces...

Llegamos a casa de mi Ángel y ella ya esperaba por mi en el porche sentada leyendo, me acerqué a ella todo lo rápido que mi condición humana me permitían olvidando mis buenos modales dejando a mi hermana dentro del coche...

-Amor mío que ganas tenía de verte, ¿me extrañaste a mi tanto como yo a ti?-, pregunté mientras rozaba levemente sus labios con los míos ya que sabía que su padre estaba en casa y no quería problemas con el jefe de policía de Forks...

-No, yo te extrañé mas a ti que tu a mi-, respondió mi niña preciosa mientras correspondía a mi tímido beso pero pasando su húmeda lengua por mi labio inferior...

-No, yo mas que tu-, respondí siguiendo su juego atrapando su lengua con mis dientes dándome cuenta que nuestro coqueteo se estaba volviendo peligroso, mi cuerpo empezaba a reaccionar y si seguía así no creo que pudiese controlarme mucho mas y seguro que me iba a dar igual que su padre estuviese en casa, por suerte por una vez y sin que sirva de precedente Alice nos interrumpió...

-A ver tortolitos, luego discuten quien ha echado mas de menos a quien pero ahora no creo que sea un buen momento, debo hablar con el padre de Bella y si os ve tan acaramelados no creo que deje a su hija si quiera salir al porche de su casa sola así que, que corra el aire entre ustedes-, nos dijo mi hermana mientras se metía entre ambos obligándonos a separarnos el uno del otro....

-Dime Alice, ¿cuál es tu plan?, ya sabes que mi padre es algo complicado de tratar-, preguntó mi Bella a mi hermana mientras agarraba mi mano apretándola con fuerza debido al temor que sentía a la negativa de su padre...

-Bueno es muy sencillo, imagino que en cualquier momento tu padre ha de salir para ir al trabajo ¿no?, pues en ese momento le preguntaré-, contestó mi hermana con toda la tranquilidad, ella sabía perfectamente que todo iba a salir bien porque ya lo había visto aunque claro mi Bella eso no podía saberlo así que yo también fingí sentir temor para así reconfortar a mi princesa...

Efectivamente a los pocos minutos Charlie salió de su casa rumbo a la jefatura de policía, de repente nos vio y sonriendo se acercó a saludarnos...

-Chicos que sorpresa verles por aquí, pensaba que ya se habían ido al instituto-, nos dijo Charlie mientras estrechaba mi mano y besaba a Alice saludándonos...

-Verás Charlie es que estaba esperando a que salieses porque me gustaría pedirte un favor,- dijo mi hermana mientras sujetaba con suavidad el brazo de Charlie poniendo cara de "cordero degollado" mientras hacía un puchero, esta hermana mía servía para la interpretación, era única...

-¿Qué tienes Alice, que te ocurre pequeña?-, preguntó Charlie visiblemente afectado de ver así a mi hermana...

-Mira Charlie es que este fin de semana mi familia se va de viaje y yo, me quedo sola porque quiero estudiar ya que tengo un examen el lunes entonces, había pensado que quizás Bella podría hacerme compañía-, preguntó mi hermana mientras clavaba sus dorados ojos en los de Charlie, claramente estaba usando sus poderes vampíricos para embaucarle...

-Y dime Alice, ¿porqué no te quedas tu aquí con Bella?, así no estarían solas en esa casa tan grande-, preguntó Charlie mientras sentía como mi Bella se ponía tensa apretando mi mano con mas fuerza y Alice, la miró de reojo como intentando que mi Bella la echase un cable para salvar la situación...

-Papá, ya sabes que no tenemos sitio, Alice tendría que dormir en el sofá y así no podría descansar entonces tampoco podría estudiar además, yo también tengo cosas que hacer así que estaremos mas a gusto allí, en su casa-, respondió Bella intentando parecer convincente...

-Es verdad, además Esme quiere que le cuide las plantas durante el fin de semana, es muy maniática con sus hierbajos-, respondió Alice sonriendo...

-Vale no hay problema, Bella puede hacerte compañía el fin de semana pero con una condición-, respondió Charlie haciendo que todos nos tensásemos momentáneamente...

-¿Qué tipo de condición, papá?-, preguntó mi niña casi con la voz temblorosa...

-Que me saques un sobresaliente en ese examen Alice-, respondió Charlie mientras se despedía de nosotros haciendo que echásemos el aire que teníamos guardado en los pulmones...

-Gracias hermana eres la mejor, te debo una, bueno te debo muchas-, le dije a Alice mientras besaba su pelo...

Ahora ya mas tranquilos y casi como si nos hubiésemos quitado una losa de encima, digo casi porque yo llevaba la mía propia muy agarrada a mi conciencia, nos fuimos rumbo al instituto...

El resto de la semana pasó en un suspiro, cada hora, cada minuto y cada segundo lo compartía con mi preciosa niña, siempre descubría gestos, risas, comentarios, que no había visto hasta ahora y eso me hacía amarla y desearla con mas ganas...

Llegó el viernes y después que terminaron las clases decidimos que Alice llevaría a Bella a su casa, esperaría por ella a que preparase su bolsa de ropa y aseo y la traería a casa, así Charlie no sospecharía nada y Alice podría decirle que nosotros ya nos habíamos marchado...

Mientras mi Ángel iba a casa con mi hermana yo me dediqué a preparar todo lo necesario para tener un fin de semana inolvidable junto a la razón de mi existencia, mi Bella...

Cuando llegué a casa mi madre me explicó que había dejado comida preparada en la nevera para que solo tuviésemos que calentarla, este fin de semana sería capaz de comer piedras solo por ella, de todas maneras Carlisle me había dejado unas pastillas especiales para mi estómago ya que, al no estar preparado para ingerir comida humana y no evacuarla, debía tomar las píldoras para disolverla y así que no me hiciese daño...

Subí a mi dormitorio para asegurarme que las sábanas de seda negras estaban bien puestas, las velas rojas estaban colocadas estratégicamente en distintos lugares del dormitorio creando ambiente una vez que se encendiesen y la música que había compuesto especialmente para ella se encontraba en el equipo de música, todo estaba listo, solo faltaba que mi niña llegase..

Justo escuché el coche de mi hermana llegando y bajé a toda la velocidad que me permitieron mis piernas a recibir a mi niña linda, mi familia se había marchado hace rato para no incomodar a mi Bella y Alice lo hizo en cuanto se cercioró que yo estaba cerca de mi Diosa, me guiñó un ojo con complicidad y desapareció corriendo al interior del bosque...

-Bienvenida al castillo princesa-, le dije mientras besaba sus labios y la atraía al interior cerrando tras ella la puerta...

-Gracias príncipe mío, estoy muy feliz de que tu familia me haya invitado, pero ¿dónde están y donde está Alice?, venía detrás mío-, preguntó mi niña confundida mientras miraba de un lado a otro ya que ella desconocía que estábamos solos...

-No hay nadie cielo, este fin de semana es solo tuyo y mío-, le respondí mientras la pegaba a mi cuerpo y la besaba con ternura y algo de pasión porque la verdad es que solo la idea de estar totalmente solos estaba causando estragos en mi pobre auto control...

-Vaya no tenía idea de que estaríamos completamente solos, ¿sabes una cosa?, me agrada mucho la idea de estar todo el fin de semana contigo-, me respondió mi niña mientras correspondía a mi beso con mas pasión y fervor haciendo que nuestra temperatura corporal comenzase a aumentar....

Poco a poco empecé a acariciar su cuerpo sobre su ropa con mis manos mientras ella hacía lo mismo con las suyas, nuestros gemidos eran cada vez mas altos pero, de repente tuve un atisbo de cordura y, la separé de mi cuerpo mientras la miraba a los ojos leyendo incertidumbre y decepción en ellos...

-Amor mío, te deseo mas que a nada en el mundo, quiero hacerte el amor pero no aquí, no en la puerta de mi casa, vamos a hacer que el momento sea mágico y especial-, le susurré a mi Bella mientras veía como la expresión de su cara se relajaba esbozando una sonrisa...

La llevé hasta mi habitación, ella me dijo que quería ponerse cómoda así que le di intimidad dejándola sola en el baño, mientras mi reina se daba una ducha y cambiaba su ropa yo me dediqué a encender las velas de la habitación, apagar las luces, ponerme cómodo quedando solo con mi camiseta de dormir y unos boxers, tumbándome en la cama esperando que mi Diosa apareciese para prender la música además, había guardado unos condones en el cajón de la mesilla, creía improbable que pudiese dejarla embarazada pero aún así no quería arriesgarme...

La puerta del baño se abrió y creo que mi corazón quedó durante unos segundos paralizado, ante mi estaba mi Diosa como si de una perfecta Venus se tratase, las luces y sombras que nos envolvían debido al efecto de las velas la hacían total y completamente sexy, tenía su preciosa cabellera oscura suelta cayendo en suaves bucles sobre sus hombros, su blanca piel estaba cubierta por un delicado conjunto en seda color azul petróleo consistente en una ajustada camiseta de tirantes que se amoldaba perfectamente a su cintura remarcando sus maravillosos senos y un pantalón muy corto que dejaba apreciar sus largas y esculturales piernas...

Ella quedó apoyada en el marco de la puerta con una pícara sonrisa dibujada en su rostro mientras sus ojos chocolates penetraban los míos con tal intensidad que me hacían el amor con solo mirarme...

-¿Hay algo que te gusta de lo que ves?-, preguntó mi Ángel sin dejar de mirarme y sin moverse de la puerta...

-Eres maravillosa, eres perfecta, eres un sueño hecho realidad-, respondí embelasado sin dejar de mirarla, el poder que estaba ejerciendo sobre mi era tan intenso que no podía moverme, estaba estático sobre la cama completamente maravillado ante tanta hermosura...

De repente mi niña linda se fue acercando sinuosa hasta mi con movimientos felinos, sensuales, perfectos, mientras yo seguía sin moverme, cuando quise darme cuenta estaba subiendo a la cama de manera lenta y tortuosa mientras mojaba sus labios de manera sexy y delicada con su lengua haciendo que mi cuerpo reaccionase de manera inmediata...

Se posicionó suavemente sobre mi empujándome hasta quedar tumbado boca arriba con mi espalda pegada al colchón, se acercó hasta mi oído regando besos por todo mi cuerpo hasta que llegó a su objetivo...

-Quiero probarte, quiero llevarte hasta la locura-, me susurró mientras exhalaba su cálido aliento haciendo que sus palabras provocasen una gran erección en mi miembro...

Y sin darme tiempo a reaccionar me besó los labios con pasión desmedida y comenzó a descender hasta mi cuello, mis pezones mordiéndolos y jugando con ellos entre sus dedos, mi estómago hasta llegar a mi miembro que aún estaba oprimido por mis calzoncillos...

Intenté incorporarme y decirle que no era necesario que lo hiciese pero mi Bella me lo impidió mirándome fijamente mientras movía la cabeza en forma negativa de un lado a otro sintiendo como deslizaba mi ropa interior por mis piernas con suavidad...

Lo siguiente que sentí me llevó directo a perder la razón y olvidar hasta mi propio nombre, agarró mi miembro con su delicada mano masajeándola con movimientos ascedentes y descendentes y después lo hizo, acercó su húmeda y adictiva boca e introdujo mi erección lentamente casi tragándosela completa...

De mi boca solo salían incoherencias, no podía pensar en nada con cierta lógica, estaba sumergido en un viaje de placer sin retorno y apunto de llegar a mi destino hasta que exploté cuando escuché a mi Bella...

-Amor mío quiero sentir tu semilla en mi boca, demuéstrame como te gusta lo que te hago-, susurró entre jadeos visiblemente excitada mientras no dejaba de masagear mi miembro llevándoselo nuevamente a la boca...

Y ahí exploté, el orgasmo fue tan intenso que no pude evitar dejar escapar un sonoro grito de mi garganta, menos mal que estábamos solos, poco a poco mi corazón empezó a normalizar sus latidos mientras acariciaba el pelo suave de mi Diosa que tenía su cabeza apoyada en mi abdomen, hasta que, cuando intenté acercarla a mi para devolverle el favor, se oyó un sonoro ruido que salía de las tripas de mi niña haciendo que se sonrojase de manera adorable...

-Vaya, parece que alguien en esta habitación tiene hambre-, comenté en voz alta mientras acercaba a mi reina hasta mi pecho abrazándola...

-Lo siento, mi estómago es algo inoportuno-, respondió mi Diosa escondiendo su cara en mi cuello avergonzada...

-No te preocupes vida mía, tu novio te prepará la cena-, respondí mientras ella se acercaba a mis labios besándolos con suavidad...

Si no fuera porque mi linda muñeca tenía hambre, juro que la siguiente ronda de sexo estaba asegurada ya que mi cuerpo estaba reaccionando otra vez así que, decidí ponerme en pie vistiéndome con mi camiseta y mis calzoncillos...

-Esto no ha terminado amor mío, solo está empezando-, le susurré al oído mientras mordisqueaba el lóbulo de su oreja provocándole un intenso temblor...

Bajamos a la cocina y quedé sorprendido de la cantidad de comida que había preparado mi madre, había de todo para elegir, al final nos decidimos por unos macarrones con beicon y nata, cuando la cena finalizó decidimos ir a ver una película y cual fue nuestra sorpresa que al encender el televisor descubrimos que estaba a punto de comenzar la película "Crepúsculo", Bella estaba totalmente emocionada así que, como no me había terminado de leer el libro, decidí prestar atención a la película...

Que curiosa ironía del destino, casi estaba viendo en la pantalla mi propia historia de amor, el protagonista se debatía en su propia lucha interna por su amor hacia la humana y ella tenía claro que quería convertirse en vampiro, vaya coincidencia....

Mi Bella estaba absorta en la historia, cada vez que venía algún descanso bromeaba con ella diciéndole que a ella lo que le gustaba era el vampiro y entonces se volvió una de las veces hacia mi y lo que me dijo me rompió en dos el alma...

-Edward yo estoy enamorada del amor, eres hombre y no dudo ni por un segundo que quiero estar el resto de mi vida contigo, y si fueses un vampiro, desearía mas que a nada en el mundo que me convirtieses para estar juntos toda la eternidad, porque yo no puedo vivir una vida en la que tu no estés-, y dicho esto me besó para volver su atención a la película que había comenzado de nuevo...

Intenté recomponerme sin que lo notase a su comentario y aparentar así que no pasaba nada aunque la verdad es que cada vez el peso de la culpa era mayor, al final terminamos quedándonos dormidos uno apoyado sobre el otro...

Desperté al cabo de un rato con un tremendo dolor de cuello y me di cuenta de que estábamos todavía en el sillón así que, con mucho cuidado de no despertarla, llevé a Bella hasta mi habitación, la deposité en la cama, me metí junto a ella y nos sumimos en un placentero sueño...

Los rayos del sol me dieron de lleno en la cara obligándome a abrir los ojos, me di cuenta de que mi niña seguía dormida así que decidí salir de la cama con mucho cuidado e ir a prepararle el desayuno así yo podría beber algo de sangre y tomar otra de las pastillas que Carlisle me dejó ya que ahora me tocaba desayunar comida humana...

Una vez que terminé de preparar algo de fruta, tostadas y café, subí a despertar a mi dulce princesa, me acerqué con cuidado a ella después de haber dejado la bandeja sobre la mesa y fui regando besos por sus brazos, cuello, barbilla, mejillas, párpados, frente, nariz, hasta llegar a sus labios que ya estaban sonriendo...

-Buenos días linda princesa, ¿cómo amaneciste?-, le pregunté sin dejar de besarla...

-Nunca me he despertado mejor en mi vida-, respondió mi Bella mientras completaba mis besos con los suyos...

Notaba como la temperatura de nuestros cuerpos iba aumentando pero decidí que primero había que reponer fuerzas, aunque me costó mucho mostrarme tan coherente cuando apreciaba todas las curvas de mi Diosa con mis manos...

Al final desayunamos entre risas y juegos y decidimos salir a dar un paseo ya que, aunque hacía frío, el cielo estaba despejado, pasamos un día perfecto hablando de muchas cosas, conociéndonos con profundidad, me sentía feliz de estar así con ella aunque al mismo tiempo no podía evitar que el peso de la culpa me cayese con un poco mas de fuerza...

Decidí que tendríamos una cena romántica con velas en la terraza de la casa a la luz de la luna ya que la noche se prestaba a ello, mi hermana Alice que no se le escapaba nada, había dejado un bonito vestido en su habitación para mi Bella, mi Diosa se fue a vestirse mientras yo preparaba la cena, transcurridos cuarenta largo e intensos minutos en los que ya estaba todo dispuesto y yo preparado apareció mi Ángel, estaba perfecta con su vestido largo azul con escote en "V" insinuando con el nacimiento de sus pechos provocando una rápida reacción de mi cuerpo, reacción que decidí controlar hasta que acabásemos la cena ya que tenía pensado hacerla mía en toda la extensión de la palabra...

Solo por esta noche olvidaría mis miedos, mis pensamientos torturadores y mi futuro incierto, solo por esta noche tendría a mi Bella temblando de placer entre mis brazos, sería el ladrón de su virginidad y de sus gemidos, sería su amante, su amigo, su vampiro...solo por esta noche...solo por esta noche...

Hola gente guapa, sí ya lo se, soy una mala perra ya que corto el lemmon en el momento clave pues sí, dejaremos que se calienten los motores hasta la semana que viene cuando por fin exploten, tranquilas pervertidas lindas que la espera valdrá la pena...

Ya tengo mi fic "Cine Sala 7" actualizado, mañana toca "Deseos", el jueves "Mírame,Tócame,Bésame" y el viernes "Dama de Compañía"...

Amigas tengo a mis hijos y a mi marido abandonados por actualizar mis historias así que, por favor, creo que tanto sacrificio merece una pequeña recompensa ¿no?...sean buena gente mis pervertidas lindas y dejen algún comentario...

Besotes (petonets) desde Canarias. Vuestra amiga Susana.